Qué es el IRPF de los autónomos
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo que grava las ganancias y rentas económicas de las personas individuales. En el caso de los autónomos, el IRPF se aplica a sus rentas empresariales, es decir, a los rendimientos generados por su actividad profesional.
Cómo funciona el IRPF de los autónomos
El IRPF se aplica a todas las personas físicas y su funcionamiento varía según el tipo de rentas obtenidas, como el trabajo, actividades económicas, alquileres, dividendos, entre otros.
A lo largo de este artículo nos enfocaremos en el tratamiento de las rentas de actividades económicas en el IRPF, las cuales deben ser declaradas por los autónomos. Existen tres formas en las que los autónomos pueden tributar en el IRPF. Cada una de ellas posee requisitos específicos y requiere realizar pagos anticipados a Hacienda mediante el modelo 130, 131 o retenciones en facturas, según corresponda.
Características del IRPF autónomos
- Progresivo: Este impuesto se aplica de manera progresiva, lo que significa que a medida que el contribuyente obtiene mayores ingresos, soporta una carga fiscal más elevada y, por lo tanto, debe pagar una cantidad mayor. Sin embargo, cabe mencionar que, a pesar de su carácter progresivo, se respeta el principio constitucional de no confiscatoriedad. Esto implica que la recaudación tributaria por parte de la Administración no puede llegar a privar completamente al contribuyente de sus bienes.
- Directo: El IRPF grava directamente la manifestación de la capacidad económica de las personas, es decir, la generación real de ingresos. En consecuencia, aquellos individuos con mayores ganancias serán los que afronten una mayor carga tributaria en concepto de IRPF.
- Bonificable: Además, es importante señalar que el IRPF contempla deducciones y beneficios fiscales para aquellos contribuyentes con cargas familiares, lo que implica que pagarán menos impuestos. Lo mismo ocurre en diversas situaciones como en el caso de personas con discapacidad, que cuentan con desgravaciones específicas.
El marco normativo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas se encuentra establecido en la Ley 35/2006, que recoge y organiza todo el contenido legislativo, incluyendo reglamentos, procedimientos y modelos de declaración relacionados con el IRPF. En la página web de la Agencia Tributaria se puede acceder a la información sobre la naturaleza y normativa de este impuesto.
Funcionamiento del IRPF para autónomos: los tres regímenes
Dependiendo de la actividad en la que te hayas dado de alta como autónomo, existen tres regímenes entre los cuales puedes optar. La gran mayoría de los autónomos se encuentran dentro del primer régimen, conocido como Estimación Directa Simplificada.
Estimación Directa Simplificada
Este régimen aplica a los autónomos con actividades económicas cuya facturación en el año anterior no supere los 600.000 euros, a menos que se renuncie a este régimen de manera voluntaria.
Estimación Directa Normal
Este régimen está destinado a los autónomos con actividades económicas cuya facturación en el año anterior supere los 600.000 euros.
Estimación Objetiva
Este régimen aplica exclusivamente a los autónomos que cumplen ciertos requisitos específicos, como actividades particulares con límites de ingresos establecidos. Este enfoque simplifica enormemente la gestión fiscal y contable y para poder acogerse a él, la actividad debe, además de cumplir el resto de requisitos legales, estar incluida en uno de los módulos contemplados en la legislación. Estos son algunos ejemplos:
- Comercios minoristas
- Hostelería y restauración
- Talleres de vehículos
- Materiales de construcción
- Mejores bonos de bienvenida
- Peluquerías y servicios de belleza
Los contribuyentes que cumplen los requisitos para aplicar el método de Estimación Directa Simplificada o el de Estimación Objetiva tienen la posibilidad de renunciar a su aplicación presentando el modelo 039 o 037 de declaración censal. Sin embargo, no pueden renunciar al régimen de Estimación Directa Normal.
Modelos trimestrales del IRPF: 130, 131, 115, 111
Los modelos trimestrales del IRPF, conocidos como modelos 130, 131, 115 y 111 se utilizan para realizar pagos fraccionados y cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.
Modelo 130
El modelo 130 se emplea para declarar ingresos y gastos, pagando anticipos del 20% de tu rendimiento (ingresos menos gastos) a cuenta de la declaración de la renta. Al final del año, con los cuatro modelos trimestrales del 130 presentados, se realiza una regularización de la situación fiscal como contribuyente. Si se ha anticipado más de lo debido, la declaración de la renta resultará en un reembolso; sin embargo, si los anticipos han sido inferiores al rendimiento neto, habrá que realizar un pago adicional.
En el caso de los autónomos con epígrafe profesional, están exentos del modelo 130 si han emitido facturas con retención en más del 70% de su facturación a empresas, autónomos y entidades jurídicas con sede en España.
Modelos 131
Por su parte, el modelo 131 debe ser presentado por los autónomos que tributan en el IRPF bajo el régimen de estimación objetiva. En función de los coeficientes y cálculos correspondientes a su actividad empresarial, deberán pagar trimestralmente una cantidad fija.
Además, existen dos casos adicionales en los que también se deben presentar declaraciones trimestrales: las retenciones e ingresos a cuenta. En estos casos, no se realizan pagos sobre los rendimientos o rentas propias, sino que se realiza un ingreso en Hacienda correspondiente a la retención incluida en facturas de gastos o en las nóminas de trabajadores contratados.
Modelo 115
Por otro lado, el modelo 115 se aplica a los autónomos y a pymes titulares de contratos de arrendamiento de inmuebles urbanos, es decir, aquellos que alquilan un espacio donde desarrollan su actividad económica. Esta obligación requiere la presentación del modelo 115, que es una liquidación a través de la cual se ingresa a Hacienda la cantidad correspondiente a la retención que se deduce del arrendador en su factura mensual.
Esta retención se destina al IRPF si el arrendador es una persona física, o al Impuesto sobre Sociedades si es una persona jurídica. Sin embargo, es importante tener en cuenta las posibles exenciones que se aplican en determinados casos.
Modelo 111
Por último, el modelo 111 se utiliza para declarar las retenciones e ingresos a cuenta sobre los rendimientos del trabajo en actividades económicas sujetas al IRPF. En consecuencia, se deberá presentar este modelo si se es un autónomo o una empresa que cuenta con empleados en su plantilla, o si se ha contratado los servicios profesionales autónomos que incluyen retenciones en sus facturas.
Mediante esta declaración trimestral, se entrega a hacienda el importe que se ha deducido en concepto de retenciones de IRPF a los empleados en sus nómicas o a los profesionales en sus facturas, para luego ser entregado en su nombre a la Administración Tributaria.
Gastros deducibles en el IRPF autónomos
Los gastos deducibles en el IRPF para los autónomos se rigen por los criterios establecidos por Hacienda, que son los siguientes:
- Los gastos deben estar vinculados a la actividad económica realizada por el autónomo.
- Deben contar con una justificación adecuada a través de las facturas correspondientes.
- Deben estar registrados contablemente por el autónomo en sus libros de gastos e inversiones correspondientes.
Algunos ejemplos de los gastos más comunes que pueden ser considerados deducibles son los destinados a consumos de explotación, sueldos y salarios, cuota de autónomos, gastos de personas, arrendamiento, reparaciones y conservaciones y servicios de profesionales independientes.
Gastos no deducibles en el IRPF autónomos
Por otro lado, en lo que respecta a los gastos no deducibles, estos están tasados en el artículo 15 de la Ley del Impuesto de Sociedades, que también aplica al IRPF, y son:
- Multas y sanciones: No se consideran deducibles los pagos realizados como consecuencia de multas o sanciones impuestas por incumplimientos legales. Además, se deben tener en cuenta los recargos generados por presentar fuera de plazo las declaraciones ante Hacienda.
- Donativos y liberalidades: Los gastos destinados a donativos o a actos de liberalidad no son considerados fiscalmente deducibles. Esto incluye las contribuciones realizadas por motivos altruistas o de carácter gratuito.
- Pérdidas del juego: No se admiten como gastos deducibles las pérdidas derivadas de actividades de juego, ya que estas no se consideran vinculadas a la actividad económica del autónomo.
- Gastos con personas o entidades en paraísos fiscales: Los desembolsos efectuados con personas o entidades que tengan residencia en países considerados como paraísos fiscales no son fiscalmente deducibles.
- IVA soportado ya deducido en la declaración trimestral de IVA: Si se ha deducido el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la declaración trimestral correspondiente, no se podrá volver a deducirlo en el IRPF, ya que se considera que se ha obtenido el beneficio fiscal en el momento adecuado.
Es importante tener en cuenta estas restricciones para asegurarse de que los gastos sean adecuadamente clasificados y deducidos de acuerdo con las normativas fiscales vigentes.
Debe presentar un autónomo el modelo 130 si aplica IRPF en sus facturas?
Como ya hemos comentado, la presentación del modelo 130 implica realizar una declaración trimestral de ingresos y gastos ante la Agencia Tributaria por las actividades económicas desarrolladas como autónomo.
Sin importar el volumen de ingresos, se retendrá un 20% de los mismos, que se calculará restando los gastos deducibles a los ingresos. En caso de corresponder, el modelo 130 debe ser presentado en cada trimestre, pues sirve para justificar, al momento de realizar la Declaración de la Renta, si se ha pagado más o menos de lo que corresponde en relación s los ingresos reales durante todo el año. Esto determinará si el resultado será “a devolver” o “ a pagar”.
El modelo 130 debe ser presentado por todos los autónomos que tributen tanto en estimación directa normal como en estimación directa simplificada. Sin embargo, es importante tener en cuenta los siguientes puntos para determinar si un autónomo está dentro del grupo de profesionales que deben cumplir con esta obligación tributaria:
- Profesionales que tributen por estimación directa y realicen actividades económicas, incluyendo las agrícolas, ganaderas, forestales y pesqueras.
- Autónomos que ejerzan actividades profesionales, a excepción de aquellos cuyo 70% de los ingresos derivados de dicha actividad hayan sido sometidos a retención o ingreso a cuenta.
- En el caso de sociedades civiles y comunidades de bienes, deberán presentar el modelo 130 en proporción a su participación en los beneficios.
Otras consideraciones importantes sobre el IRPF de los autónomos
Al darse de alta como autónomo y presentar las declaraciones trimestrales, se está adelantando a Hacienda la cuota fija del 20% correspondiente al impuesto sobre la renta. Cuando llegue el momento de realizar la declaración anual del IRPF se restará la cantidad retenida y, en caso de que existe un saldo a favor, se devolverá.
Es importante destacar que si se es un autónomo registrado en actividades empresariales incluidas en la sección primera del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), no se está obligado a aplicar retenciones en las facturas. No obstante, en general, se deberá incluir la retención del 15% en las facturas.
En conclusión, vista la complejidad de la declaración del IRPF, es importante contar con profesionales que puedan asesorar a los autónomos para su presentación anual.